Cada 7 de abril, desde hace más de siete décadas, el mundo recuerda la importancia del acceso universal a servicios de salud de calidad, con motivo del Día Mundial de la Salud. Esta fecha, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1950, busca sensibilizar y crear conciencia sobre la necesidad urgente de eliminar las barreras que aún enfrentan millones de personas para acceder a servicios médicos esenciales.

Este año, bajo el lema “Salud para todos”, la OMS enfatiza la necesidad crítica de garantizar atención sanitaria equitativa, destacando que aproximadamente el 30% de la población mundial todavía no tiene acceso adecuado a servicios básicos de salud. Estos datos subrayan la importancia de intensificar esfuerzos globales para reducir las desigualdades y mejorar la calidad de vida de todas las personas, especialmente las comunidades más vulnerables.

A pesar de los desafíos pendientes, se han logrado importantes avances en materia de salud pública en los últimos años. Según cifras recientes, la mortalidad infantil ha disminuido en un 60% desde 1990, mientras que la esperanza de vida global ha aumentado de 64 a 72 años en el mismo periodo. Estos logros demuestran que acciones coordinadas y sostenidas pueden marcar una diferencia significativa en la calidad de vida global.

No obstante, los retos siguen siendo grandes. Actualmente, las enfermedades no transmisibles como el cáncer, la diabetes y las afecciones cardiovasculares, representan alrededor del 74% de las muertes globales. Por ello, expertos y autoridades sanitarias recalcan la importancia de fortalecer políticas públicas enfocadas en prevención, detección temprana y atención primaria accesible.

En esta jornada, instituciones públicas, privadas y organizaciones civiles alrededor del mundo organizan diversas actividades, desde jornadas educativas hasta campañas de concientización sobre estilos de vida saludables, con la meta de lograr que la promesa de “Salud para todos” no sea únicamente una frase, sino una realidad palpable y universal.

El llamado global es claro: garantizar servicios médicos integrales y equitativos es una tarea urgente que requiere el compromiso conjunto de toda la sociedad.