Un informe reciente del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revela que el número de jóvenes entre 15 y 28 años que no estudian ni trabajan en Colombia ha alcanzado los 2,5 millones, lo que representa aproximadamente el 22% de la población juvenil del país. Esta problemática, que ha mostrado un crecimiento constante en los últimos años, afecta de manera significativa el desarrollo económico y social de Colombia, limitando el potencial de una generación entera.

Una brecha de género preocupante

El estudio muestra que las mujeres son las más afectadas, representando cerca del 65% de los jóvenes en esta condición. Factores como el embarazo adolescente, la carga de responsabilidades domésticas y el limitado acceso a oportunidades de educación y empleo contribuyen a esta desigualdad. Según el informe, el 40% de las jóvenes que no estudian ni trabajan se ven obligadas a realizar labores no remuneradas en sus hogares, lo que reduce sus posibilidades de desarrollo personal y profesional.

Impacto económico y social

La creciente población de jóvenes inactivos genera impactos preocupantes en la economía del país. De acuerdo con el Banco Mundial, la falta de integración de los jóvenes en el mercado laboral puede representar una pérdida de hasta el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) anual. Además, la exclusión del sistema educativo y laboral aumenta el riesgo de pobreza, delincuencia y precarización laboral a futuro.

Causas estructurales del problema

Entre los principales factores que contribuyen a esta problemática se encuentran:

• Deserción escolar: Según el Ministerio de Educación, cerca del 30% de los jóvenes en edad escolar abandonan sus estudios por razones económicas o falta de acceso a instituciones educativas.

• Falta de oportunidades laborales: La informalidad laboral afecta al 60% de la población trabajadora en Colombia, lo que limita las posibilidades de empleo digno para los jóvenes.

• Desigualdad de acceso a la educación superior: Solo el 52% de los bachilleres accede a educación superior, y de estos, un alto porcentaje deserta por falta de recursos económicos.

Soluciones y llamados a la acción

Ante este panorama, es fundamental que el Gobierno, el sector privado y la sociedad trabajen en conjunto para mitigar esta problemática. Algunas de las estrategias clave incluyen:

• Programas de acceso a la educación y formación técnica: Fortalecer iniciativas de becas, subsidios y formación en habilidades digitales y técnicas que faciliten la inserción laboral de los jóvenes.

• Incentivos a la contratación juvenil: Implementar políticas que promuevan la contratación de jóvenes mediante beneficios tributarios y programas de empleo formal.

• Empoderamiento de las mujeres jóvenes: Crear programas de apoyo a madres adolescentes y estrategias para reducir las barreras de acceso al empleo y la educación.

• Fomento del emprendimiento juvenil: Facilitar el acceso a financiamiento y mentoría para jóvenes emprendedores, promoviendo la innovación y el desarrollo económico.